Luego
sigue diciendo habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído en él, Oír y creer la palabra de la
verdad es el condicionamiento para obtener estos beneficios, pero ¿cuál es esta
verdad? El texto lo muestra EL EVANGELIO DE NUESTRA SALVACIÓN, el evangelio es
la verdad Dios, el misterio de su voluntad
revelado a quienes había predestinado adoptar como hijos suyos, la verdad que
afirma Cristo nos hace libres del pecado.
Ahora
vamos a concentrarnos en los dos verbos que entramos aquí:
Oír:
Este verbo en el contexto bíblico no significa únicamente percibir un sonido,
en el Deuteronomio 6:4 El señor Dice, Oye Israel, este oye u oir es la palabra
hebrea SHAMA que significa, escuchar fielmente, atentamente, inteligentemente,
con la intención de obedecer.
El
libro de romanos 10:14 dice: ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han
creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber
quien les predique?
El
oír la verdad es fundamental para creer en la verdad y en el autor de esa
verdad, por eso dice más adelante el versículo 17 afirma categóricamente. Así que la fe es por el oír, y el oír, por
la palabra de Dios. Cristo afirmo en la llamada oración sacerdotal de juan
17 tu palabra es verdad.
El
otro verbo es Creer. Habiendo creído, PISTEUO, significa confiar, encomendar,
apoyarse en, ahora este creer es la fe salvadora de la cual nos habla Efesios
2:8 el cual dice que somos salvos por gracia por medio de la fe, por medio de
creer, peor seguidamente nos muestra la fuente y naturaleza de la misma, y esto no de vosotros, pues don de Dios.
Por
lo anterior podemos afirmar que tanto el oír como el creer, solo pueden ser
posible cuando Dios dota al pecador de esta capacidad, es por eso que para
algunos la proclamación del evangelio es el mensaje más ofensivo que evidencia
la rebelión del oyente, pero para otros es una maravillosa canción de esperanza
la cual da al alma reposo y esperanza en la salvación divina.
Un
sello en la antigüedad, se usaba para a. garantizar el carácter auténtico de un
documento, Es. 3:12 Entonces fueron
llamados los escribanos del rey en el mes primero, al día trece del mismo, y
fue escrito conforme a todo lo que mandó Amán, a los sátrapas del rey, a los
capitanes que estaban sobre cada provincia y a los príncipes de cada pueblo, a
cada provincia según su escritura, y a cada pueblo según su lengua; en nombre
del rey Asuero fue escrito, y sellado con el anillo del rey.
También
para indicar posesión Cnt. 8:6; Ponme
como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo;
También
un sello servía para asegurar o proteger de daño e intrusión Mt. 27:65-66 Y Pilato les dijo: Ahí tenéis
una guardia; id, aseguradlo como sabéis. Entonces ellos fueron y aseguraron el
sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia.
El
contexto del pasaje de efesios 1:13 parece indicar que la primera de las tres
ideas (véase el v. 14), es decir, la autenticación o certificación, es lo
básico en el presente pasaje. El Espíritu había dado testimonio a sus corazones
de quran hijos de Dios (Ro. 8:16; 1 Jn. 3:24), “y si hijos, también herederos;
herederos de Dios, y coherederos con Cristo” (Ro. 8:17), nos hace personas a
quienes nada puede dañar porque todas las cosas les ayuda a bien” (Ro. 8:28).
Pero también es evidente el hecho de que los tres propósitos o funciones del
sello ya mencionados con respecto al uso de un sello se combinan: pues fuimos
sellados para ser autenticados como verdaderos creyentes, fuimos sellados para
mostrar que somos propiedad de Cristo y fuimos sellados para proteger nuestras
vidas eternamente.
Ahora pablo aclara cuál es ese sello con el cual fuimos sellados CON EL ESPIRITU SANTO DE LA PROMESA, el es el Espíritu santo que nos fue otorgado conforme a las divina promesa, la cual fue cumplida en pentecostés y la cual es la señal inequívoca que todas las demás promesas futuras lograran también su feliz cumplimiento.