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lunes, 13 de abril de 2015

EL MENSAJE QUE DEBES CONOCER



La palabra evangelio es la transliteración de la palabra griega EVANGELION que traduce buenas nuevas, en el contexto histórico era las buenas noticias que traían los mensajeros del frente de batalla,  y a su vez  era el regalo que ellos recibían a cambio de traerlas. En el contexto cristiano esa Buena nueva es la salvación de Dios para el hombre, pero para poder entender y creer en el evangelio debemos comprender dos aspectos: 1 Quien es Dios. 2 cual es la condición del hombre.

1. Quien Es Dios: Regularmente cuando hablamos de Dios lo definimos por medio de sus atributos y esos está bien, regularmente decimos que es bueno, amoroso (1 Juan 4:8), misericordioso, poderoso, pero el problema es que esto son solo una parte de su carácter, la Biblia es clara en mostrarlo también como un Dios soberano, justo, Recto, juez supremo, pero por sobre todo es infinitamente santo, (Isaías 6: 3), la palabra santo utilizada para Dios no solo comunica pureza, o ausencia de maldad, estar apartado de la corrupción moral, también implica estar separado, puesto aparte, es decir que el está por encima de toda la creación, no hay nadie como él, por tanto Dios no puede ser tentado, no puede pecar (1 Juan 1:5) y no aprueba ni tiene compañerismo con el pecado Habacuc 1:13.
 
Las Escrituras enseñan que Dios es Amor (I Juan 4:8) y que Su amor le mueve a libre y generosamente darse a Sí Mismo por el beneficio o bienestar de otros. Otras palabras que frecuentemente se relacionan con el amor de Dios son benevolencia, misericordia, gracia, y paciencia. Es necesario entender que el amor de Dios es mucho más que una actitud, emoción, u obra que Él realiza. Más bien, es un atributo de Dios una parte de Su ser o naturaleza. Dios no solamente ama, sino que Él es amor. Él es la misma esencia de lo que es el amor verdadero y todo amor verdadero fluye de Él como su última fuente. A pesar de lo que pensamos o aún escuchamos, el invariable testimonio de las Escrituras es que Dios es amor. I Juan 4:8  “El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.”  
      
Otro atributo importante de su persona es su justicia, la palabra justo denota justicia moral, él es absolutamente justo y siempre va a actuar en concordancia a lo que es, Sus obras, decretos y juicios son absolutamente perfectos. Salmos 11:7 “Porque Jehová es justo y ama la justicia; el hombre recto mirará su rostro.”  La justicia de Dios no solamente describe Su carácter, sino también define Su relación con Su creación, especialmente con el hombre. Según las Escrituras, Dios ha revelado Su voluntad a todos los pueblos y juzgará a cada persona según el estándar que le ha sido revelado. Vendrá un día en el cual Dios juzgará a todos según el estándar más estricto de justicia y equidad. En aquel día, Él administrará justicia a todos, premiando lo bueno que se ha hecho y castigando la maldad. Eclesiastés 12:14 “Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.“ 

2 cuál es la condición del hombre: Las Escrituras enseñan que aunque la humanidad fue creada buena, hemos caído en decadencia moral (Génesis 1:31; Eclesiastés 7:29). Las Escrituras declaran que toda la humanidad ha llegado a ser moralmente corrupta, inclinada hacia la maldad, y hostil a un Dios justo.  Eclesiastés 7:29 “He aquí, solamente estos he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversidades.”

Las Escrituras enseñan que nuestra corrupción moral interior, nos lleva a cometer actos contra el estándar justo de un Dios santo, justo, y amoroso. Todos nosotros sin excepción somos pecadores por naturaleza, por medio de los hechos que hemos cometidos. Todos nosotros somos culpables y sin excusa ante Dios. Romanos 3:10-12 “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.” Mas adelante dice Romanos 3:23 “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.”

Ahora ante un  Dios Amoroso, santo y justo se presenta un gran dilema, ¿como un misericordioso y amoroso puede perdonarnos sin dejar de ser justo? Como puede Dios ser santo y a la vez tener amistad con los malos (nosotros)? Si Dios es juez justo debe condenar al culpable. La escritura dice “Pro 17:15  El que justifica al impío, y el que condena al justo, Ambos son igualmente abominación a Jehová.

Te voy a dar un ejemplo, digamos que un sicario asesina a toda tu familia y luego de ser capturado es llevado a juicio, pero el juez dice que es un juez amoroso por tanto perdona al asesino, ¿que vas a pensar del juez? Que es más corrupto y criminal que el asesino que perdonó. Por lo tanto Dios es su justicia solo podía condenarnos y demandar la satisfacción de nuestra pena, (la muerte). Pero Dios en su infinito amor por predeterminado consejo estableció envía a su Hijo para pagar el mismo por nuestros delito y así propiciar la demanda de justicia y de esta forma aplacar su santa ira. Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.” De esta manera se mostró de manera perfecta el amor y perdón de Dios y a su vez siguió siendo Santo y justo. De esta forma él es el justo y el que justifica.

Es en esta verdad donde cobra importancia la Cruz, no solo el lugar donde fue inmolado el cordero de Dios, sino donde fue imputado en el nuestro pecado Isaías 53: 6, es decir fueron considerados suyos, la Biblia dice que Cristo fue maldito en el madero, esto significa que ser expuesto a la ira de Dios ¿Has leído en Isaías 53:10 que el Padre quiso quebrantarlo? Además en la Cruz el Hijo de Dios no solo fue inmolado, debido a nuestro pecado se hizo abominable a los ojos del padre por tanto fue abandonado por él, es por esto que Cristo manifiesta Dios mío, Dios mío ¿porque me has desamparado? A causa de nuestro pecado El Padre dio la espalda a su Hijo. Por último Cristo murió en nuestro lugar declarando que toda había sido hecho, cargando sobre si nuestros pecados e injusticias, satisfaciendo la ira de Dios y la justicia perfecta de Cristo fue cargada o imputada a nuestra cuenta, es  por eso Dios declara justos a los creyentes.

Ahora ¿cuál debe ser nuestra respuesta a esta manifestación del amor de Dios? La Biblia muestra que Dios demanda dos cosas a todos los hombres: 1. Que se arrepientan de su pecado  2. Que crean en las buenas nuevas. Marcos 1:15 

El arrepentimiento no solo es un dolor por haber ofendido a Dios, esto  implica un cambio de mente, cambio de actitud frente al pecado, que se evidencia a través de una vida que se santifica día a día, fe y arrepentimiento se dan simultáneamente, es eso lo que quiere decir Santiago “Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.” (Stg 2:18 RV1960), no que la salvación sea por obras, sino que las obras son una evidencia irrebatible de la fe salvadora. Un Ejemplo es la conversión del Apóstol Pablo.

Creer en el evangelio es creer en la suficiencia de la obra de Cristo en la cruz para salvación de nuestras almas, creer implica no depender de nuestras capacidades humanas para ser justo y ganar nuestra salvación, es reconocer nuestra necesidad de una salvación que depende solo de Dios y de su inmutable amor. Gálatas 2:16 “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley; por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.” Nunca por más que nos esforcemos podremos alcanzar la medida de santidad que Dios demanda para ser justificado pero él por su grande amor a previó declararnos justo por medio de la fe. Es por eso que un ateo no puede ser salvo con meras obras de su propia justicia.

La soberbia humana se resiste a entender esta verdad ampliamente evidencia en la Biblia, puesto que el hombre siente que es digno de ser salvado pero la misma palabra de Dios enseña que la maldad esta ligada al corazón del hombre. “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. (Gén 6:5 RV1960), debemos entender que nadie es inexcusable de las evidencias existentes acerca de que hay un Dios soberano, la creación es la más grande manifestación de su creador, uno que gobierna y sustenta el universo, romanos 1: 18-32, además dice la biblia que el escribió su ley moral en los corazones y las mentes de todos los hombres, ella misma nos juzgará. Romanos 2:15.

El mensaje del evangelio no es la exaltación del hombre, por el contrario lo presenta como culpable y sin excusa frente al soberano y todo poderoso gobernador del universo, que por ser el juez de toda la tierra, juzga conforme a su santa justicia y por ende debe condenar al hombre como retribución a su maldad. Por otro lado el evangelio es la manifestación de la gloria de Dios dando salvación al hombre a través de su gracia como un favor inmerecido, a fin de que Dios sea el justo, y el que justifica a los que son de la fe de Jesús. Romanos 3:26. 

Es pues el evangelio el mayor ofrecimiento que se halla hecho a la humanidad, al rechazarla no hay esperanza alguna para tu alma, quien será llevada cautiva a prisiones eternas, pero si vienes a Cristo el no te echará fuera, te recibirá, Él le lavará, Él te salvará, te abrirá las puertas del cielo para que disfrutes de su gloria por siempre. Por esta razón el mensaje que quiero hoy compartir contigo es: ¡ARREPIENTETE Y CREE EN EL EVANGELIO!

El que tiene oídos para oír, oiga.


                

lunes, 12 de enero de 2015

¿PORQUÉ LA IGLESIA NO ES UN PARTIDO POLíTICO?


Hace un tiempo alguien me hizo un comentario respecto de la participación de las iglesias Cristianas en política, esta persona decía notar en los cristianos cierto temor de participar en las decisiones trascendentales de su país, sin  embargo si bien es cierto puede tener algo de razón esta apreciación, convenía exponer a través unas líneas lo que la Biblia relata acerca de las grandes transformaciones sociales sufridas por el pueblo de Israel y que casualmente siempre estuvieron relacionadas con el arrepentimiento del pueblo, el volverse a Dios y el restablecimiento de la predicación de su palabra. Esto fue lo que escribí:

Después de cuatrocientos treinta años de esclavitud en Egipto, el pueblo de Israel era una nación fallida privada de la libertad y sumida en una profunda crisis social, este pueblo fue liberado de tal condición una vez volvió su mirada a Dios en arrepentimiento y clamor, no fue un partido político ni sus promesas de  relizar reformas de fondo las que produjeron tal Transformación, fue el poder de Dios obrando soberanamente (como él quiso) aun a pesar de la oposición del Faraón el hombre más poderoso del mundo; una vez en el desierto el pueblo Judío se reveló un sinnúmero de veces en contra de las leyes divinas, trayendo sobre si los juicios de Dios, uno de ellos se relata en los capítulos 13 y 14 de Números, ellos (Los Hebreos) se negaron a tomar la tierra dada como herencia eterna, ¿cual fue la solución en cada uno de estas circunstancias? ¡Establecer un comité cuyo finalidad fuera plantear las políticas necesarias para salir de Desierto? ¡NO, VOLVERSE A DIOS!.

El libro de Jueces narra de manera detallada 7 periodos en que Israel ya establecida como nación, de manera cíclica se desbocaba tras de sus ídolos y como consecuencia caía en el desenfreno moral y cada uno de ellos marcados por la escasez, la hambruna y la injusticia social, también en cada uno de ciclos vinieron tiempos de prosperidad y justicia, siempre después que la nación volvió su mirada a Dios, una vez más la política no tuvo nada que ver. Ya conocemos los tiempos de los reyes, el pecado o la búsqueda de Dios estaba estrechamente relacionado con el caos o la grandeza del pueblo, por cierto la Biblia no habla de políticas públicas, ni de Mesías humanos, ni tampoco de la necesidad de nuevas leyes para enfrentar la crisis, solo arrepentimiento del pueblo.

En el nuevo testamento la única referencia a la política dentro de la religión es la alusión a los fariseos y los saduceos, por cierto juntos deliberaron como partido para votar por la ejecución de un justo; el señor Jesús, los apóstoles en el libro de los hechos y en las epístolas nunca hicieron referencia a la necesidad que la iglesia del señor se constituyera como fuerza política para cambiar la sociedad de su tiempo, por el contrario el señor Jesucristo fue categórico en afirmar en que SU REINO NO ERA DE ESTE MUNDO, en tal sentido siempre se retiró del pueblo que le seguía cuando este quiso hacerle rey. Juan 6:15.

A principio del siglo XX la historia refiere un hecho que cambio la historia de Gales una pequeña nación del reino unido, quien después que experimentar uno de los despertares espirituales mas grandes del pueblo cristiano, esta región fue transformada radicalmente, una conversión masiva de personas (se habla de por lo menos 100.000 personas) en un lapso corto de tiempo, fue tal impacto social de hecho que las cantinas fueron cerradas por falta de clientes, las cárceles estaban vacías, no se registraron por mucho tiempo hechos delincuenciales, los niños, jóvenes y ancianos fueron conminados a salir a los campos y ciudades a predicar el evangelio, este hecho se has repetido en muchas partes del planeta como resultado de la predicación del santo evangelio, que es lo único que transforma vidas y por ende la realidad de los pueblos.

Ahora ¿los cristianos pueden participar en el sistema democrático de sus respectivos países, eligiendo y haciéndose elegir? No solo pueden, deben hacerlo puesto que debemos someternos a las autoridades establecidas por Dios, pero nunca convertir la “congregación de los llamados afuera” (la Ekklesia) en un partido político, ni tampoco hacer de los pulpitos (donde se debe predicar la santa y bendita palabra de Dios) en un lugar donde se promulgan arengas y se difunden discursos con promesas proselitistas, ni mucho menos ver los miembros del cuerpo de Cristo en un posible voto con el fin de realizar a fin de cuentas el sueño y planes de unos pocos.

Decir que necesitamos politizar el cristianos no solo es desconocer la voluntad de Dios, claramente manifiesta en su palabra sino también ignorar  la historia, en Colombia los partidos políticos cristianos participan en los diferentes estamentos del estado hace mas de 25 años y el balance no solo es muy pobre sino que en algunos caso es vergonzoso, lo cual evidencia el verdadero interés de quienes dirigen estas organizaciones.

Creo que lo único que debemos temer es no hacer lo que el señor de la iglesia nos mando hacer antes de su partida,  “ID, Y HACED DISCIPULOS A TODAS LAS NACIONES…”

El que tiene oídos para oír, oiga.