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miércoles, 24 de diciembre de 2014

¿QUE ES LA NAVIDAD? UNA PERSPECTIVA BIBLICA


La mayoría de las personas respondería a esta pregunta diciendo que es un tiempo de paz y alegría, un tiempo de celebración por que recordamos que el redentor del mundo se hizo hombre para salvarnos, si embargo en el sentido práctico esta festividad se ha convertido en una época de consumismo en donde el tener, comer y regalar no solo es lo mas importante sino lo esencial, es por eso que esta fecha se relaciona mas con papa Noel o Santa Clauss, que con aquel que sustenta el universo con la palabra de su poder.

La encarnación del verbo es uno de los hechos más maravillosos y trascendentales de la historia humana, Sin Cristo no habría la expiación ni perdón de pecados, ni esperanza alguna para nuestra salvación, pero su nacimiento no es el inicio del autor de la vida, el evangelio de Juan dice acerca de su preexistencia  “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. Juan 1:1-5

Los profetas lo anunciaron, Isaías dijo categóricamente: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se  llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” Llegado el tiempo establecido, Dios cumplió su promesa “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” Juan 1:14, El Cristo fue enviado a este mundo para nacer de una virgen, vivir bajo la ley para guardarla, andar sin pecado, mostrar su justicia y perfección, ir a la cruz  para cargar nuestros pecados y allí morir en nuestro lugar, satisfacer la justa ira de Dios, reconciliar al hombre con su creador e imputar a quienes creen su justicia. “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”(2Co 5:21).

La navidad no se limita a un solo día, de hecho no sabemos a ciencia cierta la fecha exacta de su nacimiento, no consiste en intercambiar regalos, la vida eterna es la más grande dádiva para ti y para mi (Rom. 6:23), no es disfrutar de una exquisita cena, la mejor de ellas está reservada para los bienaventurados en aquel gran día (Apo. 19:9), tal vez por estas razones los apóstoles nunca celebraron esta festividad, tampoco  ordenaron hacerlo, la navidad es estimar cada día el valor la obra redentora del salvador, pues un Dios infinitamente justo, quien declara que “… de ningún modo tendrá por inocente al culpable”  debía proferir para nosotros sentencia de muerte, en lugar de esto proveyó para sus escogidos, un cordero sin mancha para que fuese la propiciación por sus pecados, mostrando su amor y misericordia sin dejar de ser justo y Santo, dándonos así el maravilloso beneficio del perdón, dándonos la posibilidad de afirmar: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.” Rom. 8:1.

Lo que el mundo llama navidad, bíblicamente es solo el inicio de la última etapa del proceso de salvación para el hombre, el mayor ofrecimiento para la humanidad al rechazarla no hay esperanza alguna para tu alma, quien será llevada cautiva a prisiones eternas, pero si vienes a Cristo el no te echará fuera, te recibirá, Él le lavará, Él te salvará, te abrirá las puertas del cielo para que disfrutes de su gloria por siempre.

La buena noticia no es solo que el Cristo nació en un pesebre, sino que él murió por mis pecados, resucitó como prueba de que su sacrificio fue aceptado por el Padre, subió a los cielos y hoy reina el universo a la diestra del padre, por tanto el nacimiento de jesús es solo un aspecto de su paso por la tierra, tal vez por esta razón él nunca ordenó celebrar su cumpleaños, el mandato es recordar hasta el día de su retorno y a través de la cena del señor, que su cuerpo fue partido y que su sangre fue derramada por muchos. 1 Cor. 11:24-26; Mat. 26:28

 El que tiene oídos para oír, oiga.





lunes, 3 de noviembre de 2014

LA NECESIDAD DE LA ORACIÓN



Tenemos un Dios tan grande que pudiéramos pasar toda una vida, estudiando acerca de sus caminos y de su persona, sin avanzar si quiera un pequeño trecho en ese propósito, tenemos muchas preguntas que estoy seguro el señor las quiere responder, el significado de la oración es una de ellas, nos preguntamos ¿Por qué es tan importante orar? ¿Si Dios conoce mis necesidades, por qué debemos orar? ¿Contesta Dios todas las oraciones?

Lo primero que debemos saber acerca de este tema es que el orar no es una opción, ni una práctica eventual, Jesús mismo en la parábola de la viuda y el juez injusto (Lucas 18) declara que es una necesidad, en el versículo 1 (uno) podemos ver dos aspectos de la oración, su frecuencia: “SIEMPRE” y de qué manera: “SIN DESMAYAR”

En esta parábola el señor Jesucristo enseña a través del contraste entre Dios (bueno y justo) y un juez injusto, cuan importante es para los hijos de Dios orar permanentemente y sin desmayar. Jesús además habla de dos características del juez, un hombre que NO TEMIA A DIOS, es decir no tomaba en cuenta el consejo del altísimo en la ejecución de sus funciones, NI RESPETABA A HOMBRE, dicho de otra forma sin consideración de nadie, por lo cual sus decisiones eran arbitrarias, tomadas a su propio parecer y conveniencia. Por otro lado una viuda, ubicada en la parte inferior de la escala social de la comunidad judía, desprovista de esposo, muy seguramente con una gran necesidad material, es decir estamos hablando de una persona desvalida y sin ninguna posibilidad de defensa. Encontramos pues los dos extremos en la condición de poder, un juez confiado de sus influencias, soberbio e inmoral y al otro lado una viuda sin esperanza de recibir justicia, sin embargo como resultado de su persistencia, esta última recibe aquello que demanda.

Regularmente se exalta la perseverancia de esta mujer, pero vale la pena preguntarnos qué era lo que le obligaba a ir cada día a tocar la puerta de aquél juez, ella tenía una gran necesidad (recibir justicia); Experimentar y reconocer que tenemos una necesidad que va mas allá de nuestras fuerzas, nos lleva a buscar insistentemente una solución, una salida, una respuesta, recordemos a los cuatro hombres bajando al paralitico por el techo para que Jesús le sanará.

Pero ¿Por qué la oración es una necesidad? Primero porque es justo delante de Dios, es decir es prioritario, nuestro deber principal es el de persistir en la oración y en la enseñanza de la palabra. En Hechos 6:1-4 refiere una de las primeras dificultades de la iglesia del primer siglo, en razón a las murmuraciones de los griegos quienes consideraban que sus viudas no eran atendidas, esta situación provoca que los apóstoles luego de deliberar acerca de este asunto dijeran a la multitud lo siguiente: “NO ES JUSTO que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la ORACIÓN y en el ministerio de la palabra.” Hay muchas cosas buenas que podemos hacer pero ninguna puede reemplazar nuestra vida de oración.

Necesitamos orar porque Dios es espíritu y solo en oración podemos presentar sacrificio de adoración en espíritu y verdad. “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Juan 4:23-24”.

Necesitamos orar porque requerimos sabiduría y revelación en el conocimiento de Dios, Pablo manifiesta el motivo de sus oraciones a favor de la iglesia en Éfeso “no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,” Efesios 1:16-17

Requerimos de la oración para experimentar la paz de Dios, pues la oración es la manera Bíblica como deben ser presentadas nuestras peticiones delante de Él, lo que significa que aun cuando no todas las oraciones que le hagamos serán respondidas conforme a nuestro deseo, si es la garantía de experimentar la paz de Dios pues Él guarda (cambia) nuestro corazón y nuestros pensamientos.  Filipense 4:6-7

La oración ha sido un herramienta poderosa a favor de los hijos de Dios, pues por medio de ella, se abrieron cárceles (Pedro), hombres sin Cristo fueron salvados (Cornelio), hombres de Dios fueron apartados para el ministerio (Bernabé y Saulo), y hoy podemos ensanchar su reino pidiendo en oración por aquellos que no han alcanzado la salvación del señor. “Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación. Hebreos 10:1”  

Pero por sobre todo la oración es un sello irrefutable de un hijo de Dios, aquellos que quieren servirle, aquellos que aman su nombre, son estos los que quieren experimentar una vida de oración. “yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.” Isaías 56:7


El que tiene oídos para oír, oiga.

domingo, 26 de octubre de 2014

LA FAMILIA, UN MODELO BÍBLICO


En cierta oportunidad una mujer, quien luego de algunos minutos de vuelo al percatarse de su compañero de viaje le pregunta acerca de su oficio, a lo cual este hombre le contesta “ Bueno soy un esposo, un padre y si me queda tiempo predico la palabra de Dios” esta respuesta que encierra una gran verdad, se encuentra sepultada debajo de una montaña de conceptos materialistas y exitológicos, de tal forma que la mayoría de las personas considerando dar su mayor esfuerzo con miras a ofrecer a sus familias lo mejor, terminan perdiendo lo que al principio era el motor de sus vidas. 

Solemos hablar de la importancia que tiene la familia y la incidencia que tiene en el desarrollo de nuestra sociedad, asentimos con la cabeza cuando escuchamos algún sermón, conferencia o enseñanza que habla de cómo día a día el valor de la familia está en decadencia, pero vale la pena preguntarnos si realmente comprendemos el valor que tiene esta tiene para Dios, para respondernos solo basta remitirnos a las estadísticas, en Estados Unidos el 53% de los matrimonios terminan en divorcio, en América Latina las cifras son muy inferiores pero estas van en aumento cada año.

La familia no es el producto de la evolución social humana, Dios creó al hombre para vivir y desarrollarse en el contexto de familia, constituida sobre la base del matrimonio Génesis 2:24. Pero a su vez ella misma es el modelo Bíblico dado por Dios para perpetuar el conocimiento de su persona y  su voluntad a través de las generaciones. En Deuteronomio 6:4-9 Dios da una orden perentoria a su pueblo: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.”

Dios estableció un modelo bíblico de familia para levantar hombres y mujeres con corazones sanos, que entiendan cual es su fin principal,  pero este propósito es desvirtuado a causa de la muerte espiritual de los no creyentes, y por el desconocimiento de su palabra y la negligencia del pueblo de Dios. Los  conflictos humanos son el producto del desarrollo de familias no bíblicas que producen hijos infelices, sin disciplina ni amonestación del señor, mujeres que desconocen el verdadero amor ya que no lo vieron de su padre para su madre, varones que no saben dar trato a sus esposas, pendulando entre el despotismos y la permisividad, ¿cual es entonces la forma adecuada de amor y el ejercicio del rol de esposo? Miremos que dice las escrituras:

“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,” (Efe 5:25-29)

El modelo bíblico habla del amor del varón para con su esposa del mismo tipo que  Cristo dio por la iglesia, al punto que se dio por ella, lo cual significa que el varón no solo debe estar dispuesto a dar su vida por su mujer, sino que su principal trabajo es santificarla con la enseñanza de la palabra de Dios. A su vez cuando lo hijos que son formados dentro de una familia bíblica crecen seguros del amor de sus padres y por supuesto del amor de Dios. A menos que esto sea así seguiremos produciendo hijos rechazados, buscando de un lado para otro, el afecto y la aceptación que nunca el mundo les podrá brindar.

Es hora de dejar de quejarnos de la influencia negativa que ejerce el mundo en nuestras familias, es mucho mejor asumir el compromiso de impactar con la instrucción y la enseñanza de los principios de Dios a través del estudio expositivo de las escrituras y con la vivencia diaria de la misma.


El que tiene oídos para oír, oiga.

miércoles, 8 de octubre de 2014

¿POR QUE ES IMPORTANTE EL CONOCIMIENTO DE DIOS?



Una de las crisis contemporáneas radica en el conocimiento, no en la ausencia de este sino en la forma como se entiende es la naturaleza y el origen confiable del mismo, existe una línea de pensamiento que plantea la posibilidad de conocer la verdad solo con la razón, este enfoque desarrollado por Platón, plantea que el conocimiento verdadero se fundamenta en el entendimiento de las cosas en su esencia inalterable, sin embargo esta fuente puede ser contaminada de la misma manera como puede ser manipulada la información a criterio de unos pocos, un ejemplo son las teorías racionales del origen del universo, teorías que subsisten más por presunciones que por planteamientos científicos.  

En los últimos años el mundo moderno ha migrado de la razón a nuevas fuentes de conocimiento llegando a enfatizar en la experiencia emocional, es así como se evidencia el fuerte culto al consumo de drogas, la práctica de religiones orientales en el que se enfatiza la meditación, el desdoblamiento del ser, los viajes astrales y estados de éxtasis que plantean crecimiento de la mente, tendencia que se ha introducido a la iglesia contemporánea y que se hace evidente a través del movimiento carismático o neo pentecostal,  sin embargo el problema más grande de este enfoque radica en que la experiencia no es duradera y es seguida por estados de frustración y culpa, por lo que cada vez se requiere un estímulo más intenso generando al fin un circulo vicioso de donde es muy difícil salir.

Existe una tercera fuente del conocimiento la cual tiene como base el conocimiento de un Dios que ha creado todas las cosas y que da significado a su creación y que contrario a lo que se cree es posible conocerle. Esta es una posibilidad apasionante y que realiza. Es apasionante porque provee la oportunidad de encuentro entre el ser humano y su creador, sin que importe lo insignificante que el individuo pueda aparecerse frente a sus ojos o a los ojos de los demás, y realiza porque es el conocimiento no de una idea o una cosa, sino del supremo creador, por tanto este conocimiento produce un profundo cambio de conducta. Además partiendo de la premisa de que el conocimiento posible de algo debe contener dos elementos: conocimiento de su existencia y un mínimo conocimiento de sus características, podemos decir que para poder confiar en Dios, es necesario saber que El es, es decir, necesitamos información acerca de su carácter y su poder, esta información está contenida plenamente en su palabra. “…porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” (Heb 11:6)

Los conceptos acerca de Dios son muchos y variados pero la mayoría de los autores de estos conceptos tienen una cosa en común: no conocen a Dios de una forma objetiva y si bien es cierto no niegan su existencia, no creen que sea posible conocerle como a cualquier otra persona o cosa.  Sin embargo la palabra nos muestra no solo que Dios puede ser conocido y que es una responsabilidad de cada individuo, sino que además Él quiere ser conocido. “Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.” (Jer. 9:23-24)

Hoy día se tiende a minimizar la importancia del conocimiento de Dios en su Palabra, en la iglesia contemporánea se evidencia algún tipo de molestia al escuchar que tal elemento es imprescindible en la fe, y no solo eso, ya que hoy se cree y se  enseña que las experiencias místicas personales (visiones, sueños, palabras proféticas, etc.) tienen la misma autoridad revelacional de las escrituras. Para muchos cristianos lo que conocen de Dios, es lo que oyen hablar de él, nunca se preocupan por ir directamente a la fuente verdadera del conocimiento del Altísimo, su palabra, por lo cual han puesto la creencia en Dios en el fondo de sus mentes, junto con otra variedad de opiniones e ideas, por lo cual Dios no es más personal para ellos que para millones de incrédulos, los verdaderos cristianos, por supuesto, van más allá de esto, su doctrina les exige entender la personalidad y paternidad de Dios, ya que cada hijo de Dios sabe que conocer a su padre es la evidencia de que se tiene la vida eterna, “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.” (Juan. 17:3)

La Iglesia actual ha dejado el estudio sistemático de las escrituras para darle paso al humanismo, lo cual ha producido un profundo desconocimiento del Dios de la Biblia estamos como el pueblo de Israel en los tiempos del profeta Isaías: “El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento.” (Isaias 1:3), por tal razón han creando un dios a su propia conveniencia, algunos se sienten cómodos en sus congregaciones, ya que el dios que allí se predica es un dios domesticado, que cumple con sus caprichos como el genio de la lámpara, pero este desconocimiento solo lleva a un fin, la destrucción. “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento.” (Oseas 4:6)

Leer y enseñar la Biblia no es un fin en sí mismo, sino el medio para que lleguemos a conocer a Dios, y para que podamos deleitarnos con su presencia y gustemos cuan dulce y grato es sentirle en el corazón. Buscamos a Dios porque él ha puesto en nosotros deseos de dar con él. Jesús afirmó "Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. (Juan 6:44)" Y es esa atracción de Dios lo que nos quita todo vestigio de mérito por haber acudido a él.

El que tiene oídos para oír, oiga.


sábado, 4 de octubre de 2014

LA SANTIDAD DE DIOS



La Santidad de Dios es uno de las verdades más importantes que un cristiano debe conocer ya que es fundamental para el entendimiento de Dios y del cristianismo; el tema de la santidad es tan valioso que la Biblia enseña que “santo es su nombre” (Lucas 1:49), sin embargo no siempre es tratado con reverencia y por el contrario muchas veces es usado de manera irrespetuosa e intrascendente, al punto que si preguntamos a un grupo de cristianos que es lo más importante para un creyente, muy seguramente las respuestas recurrentes serían la gran comisión, el trabajo social o la formación de líderes, no obstante Jesús enseñando acerca de la oración dijo “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos,…” esta primera línea es una expresión de alabanza, pero la oración continua diciendo:  “santificado sea tu nombre.” Esta parte corresponde a la primera petición enseñada por Jesús dentro de este modelo de oración, por lo cual podemos deducir que una petición recurrente dentro de nuestras oraciones debería ser que el nombre de nuestro gran Dios sea considerado santo.
  
El Significado de la palabra “santo” proviene del vocablo hebrea qadosh que significa, “separado,” “puesto aparte” o “separado de uso común”. Con respecto a Dios significa primeramente que  como Creador, Dios está sobre Su creación y es totalmente distinto de cada ser creado, el es trascendente sobre su creación. La palabra “trascendencia” proviene del verbo latín trascendere que significa ir más allá, levantarse sobre, o exceder, lo cual indica que Él es único. En Éxodo 3:14 a la pregunta de Moisés, “Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?” Dios responde: “YO SOY Él QUE SOY”  No hay un mejor texto que este para comunicar quien es Dios, ya que cuando tratamos de describir a alguien utilizamos a otra persona como referencia o punto de comparación, en contraste Dios es incomparable, no hay nadie como Él, Jesús es Dios en carne y la única verdadera imagen de quien es Dios (Juan 14:9; Colosenses 1:15). Dios ahora contesta cada pregunta acerca de Sí mismo por medio de señalar a Su Hijo y declarar, “Yo Soy como Él.”

Cuando la Biblia habla de la santidad de Dios también  se refiere a que Él transciende la corrupción moral de Su creación y que está separado de todo lo que es profano y pecador. Dios no puede pecar, no puede gozarse del pecado, y no puede tener compañerismo con el pecado. Es importante entender que la santidad no es solamente algo que Dios decide ser sino que es inherente a su persona,  es decir hace parte de su naturaleza. Dios tendría que dejar de ser Dios para no ser santo, por lo cual no  hay absolutamente ninguna posibilidad de que Dios pudiera ser tentado o que su naturaleza pudiera ser contaminada. Salmo 5:4 Job 34:10 Isaías 59:1-2 Habacuc 1:13, Santiago 1:13 Santiago 1:17, I Juan 1:5 4.

En la literatura hebrea, se emplea la repetición para dar énfasis a lo que se declara, por ejemplo Jesús uso la repetición “de cierto, de cierto os digo” para enfatizar que lo decía era verdad, En Isaías 6:3 y Apocalipsis 4:8 leemos  la expresión de adoración a Dios: “Santo, santo, santo”, el hecho de que la santidad de Dios se declare tres veces denota que Dios es absolutamente e infinitamente santo, un entendimiento correcto de la santidad de Dios siempre resultará en una reverencia profunda ante Él.

Por lo anterior podemos decir que Dios no es neutral o apático acerca de la maldad, sino que le es una abominación, Proverbios 15:8-9. La palabra abominación proviene de la palabra hebrea toebá que se refiere a algo o alguien que es repugnante, ofensivo, asqueroso u obsceno, en tal sentido el dicho popular, “Dios ama al pecador, pero aborrece su pecado,” no es completamente bíblica, según Salmo 5:4-5,  Dios no solamente aborrece el pecado, sino también aborrece a los que lo practican. Entonces ¿Cómo se puede reconciliar esta verdad con otros textos bíblicos que hablan del amor de Dios para con los pecadores? Dios ha demostrado Su amor por medio de enviar a Su Hijo para morir por los mismos hombres que son objetos merecedores de su aborrecimiento. Proverbios 15:8-9

Ahora bien si nosotros no somos como Dios, ni somos trascendentes ni puros ¿Por qué la Biblia llama a los cristianos santos? Dios no llama santos porque hemos sido separados y consagrados para una vida diferente para honrarle y glorificarle, en tal sentido habiéndonos Él salvado, nos ha llamado para ser su pueblo especial sobre la tierra. ¿Cómo debemos vivir en respuesta a esta gran verdad? ¿Cómo debemos vivir ante un Dios santo? Según Hebreos 12:14, aprendemos que ninguna persona impía o sin santidad será aceptable a Dios. Esto no significa que podemos ganar aceptación ante Dios a través de nuestras propias obras, sino que significa que todos los que verdaderamente son salvos por medio de la gracia de Dios serán transformados por la misma gracia, es decir nuestro crecimiento en la santidad es la evidencia de nuestra salvación, por otro lado según Hebreos 12:5-11, Dios para asegurar que todos sus hijos reflejen Su santidad actuará con ellos cuando sea necesario en disciplina y amonestación.

En respuesta a la maravillosa verdad de la santidad de Dios debemos vivir ante Dios con Reverencia y Piadoso Temor: Salmo 96:9, debemos vivir ante Dios con Adoración, Gozo, y Acciones de Gracias: Salmo 30:4, debemos caminar en Santidad y Obediencia: Levítico 20:26, nosotros debemos responder por medio de separarnos de todo lo que a Él no le gusta y darnos a Él en adoración y servicio. Levítico 22:31-33, debemos andar con Integridad: Salmo 15:1-5.

La vida cristiana es una vida de no conformidad a la manera De este mundo, sino  en conformidad a la renovación de nuestra mente en Cristo Jesús, “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (Rom 12:1-2)


El que tiene oídos para oír, oiga.

miércoles, 1 de octubre de 2014

¿DEBEN SUFRIR LOS CRISTIANOS?




La historia refiere al médico Crawford Williamson Long como el pionero en el uso de la anestesia en una intervención hecha para extirpar dos pequeños tumores a uno de sus alumnos, procedimiento que fue realizado con éxito, sin embargo se conoce que en la remota civilización asiria se utilizaban métodos rudimentarios con el fin de suprimir el dolor y desde entonces cada generación subsiguiente a luchado ferozmente contra esta experiencia indeseada.

De igual forma hay quienes sostienen que los cristianos no deben sufrir, ya que (según ellos) Cristo llevó a la Cruz nuestras dolencias,  por tanto si un hijo de Dios está atravesando por un periodo de aflicción en su vida es porque le hace falta fe, sin embargo la palabra de Dios nos dice: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,” Santiago 1:2, lo cual indica que a pesar que las palabra “prueba” y “gozo” no son sinónimos ni tienen una aparente relación directa y casi nunca van juntas, el concepto de ausencia total de sufrimiento nunca ha sido una promesa de Dios para los creyentes, sino por el contrario nos advierte que ellas son necesarias para hacer perfecto al hijo de Dios “sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.” Santiago 1:2-4

Como entender la frase “tened por sumo gozo” en un momento de angustia y de dolor, es más parece ridícula al mencionarla cuando se está atravesando por diversas pruebas, ya que ellas tienen en sí mismas lágrimas, desaliento, desilusión, desesperación y dolor; pero nunca gozo y alegría… Sin embargo esto cobra su real sentido cuando entendemos el verdadero propósito de Dios para nuestras vidas: REFLEJAR LA GLORIA DE CRISTO EN NUESTRAS VIDAS. Efesios 4:13-15

Es probable que digamos que no nos falta nada, que somos perfectos y estamos completos, pero según la Biblia solo podemos llegar a esa condición a través del dolor. “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;” 2Cor. 4:17, No podemos ser maduros sin cultivar la paciencia y no podemos cultivar la paciencia sin pasar por situaciones difíciles que prueban nuestra fe, las que Dios quiere que vivamos aún a pesar de que estas sean experiencias difíciles.

Tomemos la siguiente analogía; si queremos ser físicamente más fuerte, ¿qué hacemos? Nos sometemos a una serie de disciplinas que en momentos parecen unas experiencias muy dolorosas. Sin embargo estamos dispuestos a pagar un precio a fin de fortalecernos, si claudicamos y no permanecemos con la mira en el objetivo, no lo logramos, es por ello que una de las palabras claves del cristianismo precisamente es PERMANECER.

Si confiamos en el fiel cuidado de nuestro padre celestial,  si entendemos que todo lo que Dios hace es para su gloria, tendremos la tribulación como motivo de gozo, como lo plantea Santiago, mirando más allá de la prueba, más allá del dolor, mirando el propósito de ese tiempo de prueba en nuestra vida, llegar a la madurez espiritual.

Cómo saber lo que podemos enfrentar en la vida, si nuestra fe no ha sido nunca probada? Y he aquí el detalle.  La madurez Espiritual se produce cuando nuestra fe es probada y por ende produce paciencia. Paciencia para recibir lo que no vemos, nuestra herencia eterna. no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.”  1 Cor: 4:18

Por lo anterior podemos concluir que debemos sentirnos privilegiados por estar pasando por cualquier prueba, 1 cor 4:17 y recordar que son leves, momentáneas y que sus frutos son excelentes, eternos y con implicación celestial, por tanto debemos confiar en el Señor. Si tenemos fe, debemos entender que esta fe será probada. 

Ahora bien, si decimos tener un problema que no tiene solución aparente y sentimos en ese momento que no tenemos fuerzas para seguir, no es problema, porque el Señor ya nos dotó de la capacidad para resistir y siempre nos da  con la prueba la salida de la misma. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.” 1 Cor. 10:13

El que tiene oídos para oír, oiga.


domingo, 28 de septiembre de 2014

CUANDO EL ESTADO REDEFINE EL CONCEPTO DE MATRIMONIO Y FAMILIA


Vivimos en una sociedad mediática en donde cada día se pone sobre el tapete un tema distinto de debate y de cuando en cuando (dependiendo de las circunstancias) se recicla alguno de ellos; un caso recurrente es la polémica que genera el matrimonio homosexual y los derechos de adopción de estas parejas, en cada una de estos episodios se oyen opiniones a favor y en contra, siendo cada vez mas fuerte aquellas que consideran que legalizarlo es un adelanto social y una clara evidencia de una sociedad incluyente y tolerante, a su vez son menos las voces de quienes se oponen y mucho menos los que se interesan por la opinión que tiene Dios al respecto, pero debido al incomodo hecho (para muchos) de que el matrimonio viene Dios, tenemos la obligación de conocer su punto de vista.

Lo primero que tenemos que decir es que no importa cuánto se desee ser compasivo con los homosexuales, es necesario agradar a Dios para la exaltación de su justicia, por tanto debemos decir sin titubeos que la palabra de Dios enseña que los homosexuales están en rebelión desafiante contra la voluntad de su Creador. “… ¿no habéis leído que él los hizo al principio, varón y hembra los hizo,…?". Mateo 19:4, y no solo ellos sino cualquiera que intenta cambiar la descripción que Dios le da a la unión conyugal y a la familia, “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.”(Gén 2:24)

Vivimos en tiempos en que  los valores y normas morales están siendo transformados bajo argumentos pragmáticos como “vive tu sexualidad como quieras” o “tus derechos priman por encima de cualquier otro principio” y es por eso que cada vez es más recurrente ver como los países ajustan sus legislaciones para dicho propósito, siendo Holanda el primero que permitió el matrimonio de parejas del mismo sexo y Dinamarca el que se ha atrevido a más, pues su parlamento aprobó el pasado 15 de Junio una ley que obliga a las iglesias a llevar a cabo los oficios religiosos de uniones de parejas gay.

 Cuando el estado asume un papel que no le corresponde y pretende redefinir el concepto de matrimonio y familia, no solo implícitamente intenta suprimir el criterio que Dios tiene del pecado, sino que inevitablemente fundamenta la supervivencia de la sociedad sobre un modelo anti bíblico sustentado en leyes que por ser de inspiración humana, son de corto efecto en el tiempo, normas que deberán ser ajustadas a la necesidad y criterio de cada época; por tomar un ejemplo, un país como Colombia desde 1810 ha tenido 16 constituciones y la actual vigente desde 1991 ha sufrido no menos de 37 reformas es decir en promedio una reforma cada 7,5 meses, cuyo fin es redireccionar, redefinir y rediseñar los aspectos políticos, sociales, económicos, administrativos y judiciales para el momento, en contraste  los preceptos de Dios en todos los aspectos de la vida del hombre son los mismos y de igual aplicación sin sufrir modificación o adaptación alguna en el tiempo.


El pensamiento que Dios tiene del matrimonio y la familia no ha cambiado:

 1.   Con géneros claramente descritos “… Varón y hembra los creó” Génesis 1:27.


 2.   Su objetivo sigue siendo el mismo “…fructificad y multiplicaos;...” Génesis 1:28, fin que nunca podrá cumplir una pareja del mismo sexo.

 3.  Con roles definidos, el varón es la cabeza de la mujer, Efesios 5:23, Génesis 3:16 y la mujer es la ayuda idónea del varón. Génesis 2:18

 4.   La responsabilidad del hombre es hoy la misma. “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,” Efe 5:25

 5.   De igual manera la obligación de la mujer no ha variado. “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; ”Efe 5:22

 6.   Tampoco los privilegios del matrimonio. “Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla;…” Hebreos 13:4

Por esta razón es claro que el estado no tiene autoridad para legislar con el propósito de legalizar lo que hoy se denomina el “matrimonio igualitario” ni tampoco puede permitir la adopción de niños a parejas gay, procurando cambiar la definición bíblica de la familia, por otro lado también es claro que quienes pretendan defender el matrimonio y la familia como instituciones de origen divino deberán hacerlo valientemente desde las escrituras.  


El que tiene oídos para oír, oiga.

jueves, 25 de septiembre de 2014

¿POR QUE LA BIBLIA ES SUFICIENTE PARA EL CREYENTE?



Cuando leo en la epístola de colosenses la expresión de san Pablo “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.” (Col 2:8) quisiera conocer al detalle a lo que el apóstol se refería pero creo que por ahora no lo sabremos, sin embargo el contexto del capítulo 2, nos da algunas pistas de cuál era la raíz de su preocupación, pues al usar frases como “vosotros estáis completos en él…” “ en el fuiste circuncidados con circuncisión no hecha a mano,..” “por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida,” podemos darnos cuenta que la iglesia ubicada en la prospera ciudad de Colosas, estaba siendo bombardeada por todo tipo de doctrinas, que añadían a la obra de Cristo elementos traídos tanto del Judaísmos como del pre gnosticismo, dando  como resultado un cristianismo influenciado por el sincretismo filosófico y religioso.

Esta inclinación nunca desapareció de la iglesia, llevado al extremo en los siglos XV y XVI en donde las indulgencias plenarias eran presentadas como la manera correcta para obtener la salvación, acordadas previamente con el papa de turno por un precio justo. Si quisiéramos ilustrar tan solo algunas de las más aberrantes desviaciones doctrinales del cristianismo, tendríamos que valernos de varias semanas a través de este medio para tan solo mencionarlas, pero haciendo uso del principio de eficiencia podremos decir que una de las peores es la negación de la suficiencia de las escrituras.

Hay una tendencia en el ser humano de considerar que su conocimiento esta a la par de la sabiduría divina despreciando su palabra y por consiguiente trayendo sobre si el juicio de Dios. El profeta Jeremías en su tiempo amonestó a los sacerdotes y profetas por considerarse sabios, no solo aborreciendo la palabra de Dios sino avergonzándose de ella, a lo cual el señor en respuesta les entrega a cautividad (Jer. 8:9-10). En tiempos de los apóstoles, el pueblo de Cesarea luego de escuchar un impactante discurso de boca de Herodes Agripa, grita frenéticamente ¡voz de Dios y no de hombre¡ como resultado un ángel de del señor hiere a dicho rey, muriendo literalmente comido por gusanos. (Hech. 12:22-23)  

Este juicio es evidente en nuestros días, una iglesia que olvido la suficiencia de la escrituras se encuentra a la deriva navegando en aguas doctrinales peligrosas, condición advertida  a Timoteo por el apóstol Pablo “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.” (2Ti 4:3-4), cuan fácil es escuchar hoy en las iglesias enseñanzas que tienen como único fin satisfacer el oído de los oyentes, muchos líderes y pastores tomaron la opción de ser cómicos, psicólogos y motivadores, abandonando la predicación bíblica necesaria, remplazándola por sermones diseñados para que la audiencia se sienta a gusto,  trayendo como consecuencia la infancia y marasmo espiritual del pueblo, esta situación es similar a la del paciente que quiere ser formulado según su deseo y no conforme a conocimiento y experiencia del médico, con el inevitable perjuicio de su salud.  

Para poder entender la suficiencia de las escrituras y la necesidad del estudio sistemático de las mismas, debemos comprender lo que enseña 2 Timoteo 3:16, en este pasaje encontramos algunos aspectos importantes que debemos resaltar:

.  “Toda la Escritura es inspirada por Dios,…”, Debemos entender que mientras los escritores escribían cada palabra de la Biblia, Dios insuflaba adentro de ella su aliento con el poder que da vida, como afirmó Jesús “…las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.” Juan 6:63

. “y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,”. Dios afirma con esto que la Biblia no es un libro de historia, ni un compendio de relatos poéticos o literarios, la Biblia es categóricamente su palabra, en tal sentido  no es un texto que se lee para informarse, se lee para transformarse, “La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; …”(Sal. 19:7)

.“a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,” Su finalidad es cumplir el propósito principal para el hombre, ser conformado a la semejanza de Cristo “… para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo” (Rom. 8:29)

.“enteramente preparado para toda buena obra.” Es decir equipa completamente al estudiante de la Biblia para que ande en las buenas obras que Dios preparó de antemano. (Efe. 2:10)

En consonancia a lo anterior podemos concluir que necesitamos volver a apoyarnos en las sagradas escrituras, ya que es nuestra única fuente de fe y práctica, es la guía para el correcto desarrollo de nuestro culto a Dios, es el fin de toda divergencia doctrinal y por sobre todo es el manual de vida para el creyente, ya que en ella se encuentra no la opinión de hombres falibles, sino el dictamen y criterio de Dios. No necesitamos nuevas revelaciones supuestamente entregadas por Dios en este tiempo, aceptar esta afirmación es negar que la Biblia sea completa y suficiente.

Por último solo nos queda citar una frase de uno de los más reconocidos teólogos de nuestros tiempos John MacArthur “Francamente no entiendo a los predicadores quienes están dispuestos a abdicar este privilegio solemne. ¿Por qué debemos predicar la sabiduría de los hombres cuando tenemos el privilegio de predicar la Palabra de Dios?”

El que tiene oídos para oír, oiga.



domingo, 21 de septiembre de 2014

GUIA PRÁCTICA PARA IDENTIFICAR UNA SECTA


Mientras el grupo  95 personas (en los cuales habían niños) se atrincheraba en uno de los habitaciones del rancho Monte Carmelo en la pequeña población de Waco Texas, David koresh líder supremo de la secta de los Davidianos,  amenazaba con incendiar este lugar ante el más mínimo intento de realizar una operación de rescate de sus seguidores, esta advertencia finalmente se convirtió en una horrorosa realidad.

Vernon howell verdadero nombre de Koresh quien en su tormentosa juventud tuvo que convivir con un permanente abuso del alcohol, llego a liderar en 1984 esta secta disidente de la iglesia adventista del séptimo día, autoproclamándose ser la reencarnación de Jesucristo y a través de su particular forma de interpretación Bíblica pudo manipular a sus discípulos al extremo de abusar sexualmente a mujeres y niños. Una historia similar ocurriría algunos años atrás, en la comunidad de Jonestown asentada en la Guyana Británica, 909 integrantes del grupo religioso llamado el templo del pueblo fueron persuadidos por su líder supremo James Warren Jones para que se suicidaran ante una inminente intervención del gobierno Norte americano.

Definir con precisión el concepto de secta es muy difícil, en el pasado hacía referencia a los miembros de un partido político o a un grupo sociocultural homogéneo, en la actualidad su acepción más frecuente hace referencia a una comunidad de ideología religiosa  o conjunto de seguidores de una doctrina cuyo líder regularmente está dotado de una personalidad fuerte y carismática, con una evidente elocuencia y una capacidad de adoctrinamiento admirable ejerciendo sobre su adeptos una poderosa influencia psicológica, fomentando la intolerancia , el radicalismo y en el caso de las sectas cerradas, el aislamiento y la limitación de libertad del individuo, muchas de estas (como ya lo vimos) pueden ser muy peligrosas y llegar a extremos insospechados. Sin embargo en la actualidad este fenómeno ha mutado a un sofisticado e imperceptible sistema de control, usando como herramienta de persuasión el temor a no recibir las promesas de prosperidad y abundancia, si se discrepa de las enseñanzas y directrices de sus lideres y aunque sus simpatizantes pueden volver a sus casas cada día y disfrutan de una aparente libertad de conciencia, desarrollan una fuerte dependencia de estas doctrinas, haciendo casi invisible la delgada línea que divide una secta de un verdadero culto cristiano, sin embargo podemos mencionar algunas de las características que identifican a este tipo de organizaciones.

·    DISTORSIÓN DEL CONCEPTO DE AUTORIDAD: Este tipo de cultos no pueden funcionar a menos que existe una incuestionable lealtad y fidelidad a su liderazgo, el cual no puede ser cuestionado so pena de sufrir el castigo de Dios, al punto de desplazar del lugar que ocupa el único soberano de nuestras vidas, nuestro señor y salvador Jesucristo. (Judas 1:4)

·   CULTO A LA PERSONALIDAD: Aun cuando enseñan acerca de la prohibición bíblica de la idolatría (Éxodo 20:3-5), promueven la adulación excesiva de un caudillo regularmente vivo pero cuando fallecen son elevados a la calidad de precursores iluminados, sus sentencias son incuestionables y sus frases son utilizadas como fuente de dirección y sabiduría.

·     LIDERAZGO UNICO: A pesar que la biblia habla de que el sistema de gobierno de la iglesia debe ser pluralista (1 Timoteo. 5:17, Tito 1:5-9, Tito 4:14, 1 Pedro 5:1-2) estas estructuras de la fe son dirigidas de manera vitalicia por una sola persona la cual no se sujeta a nadie, ni rinde cuentas a nadie con el argumento que su autoridad es Dios; este sistema monárquico permite que al morir sean regularmente sucedidos por hijos o familiares.

·  MESIANISMO. La palabra Mesías de origen arameo traduce literalmente “UNGIDO” concepto usado en la antigüedad para quienes eran revestidos de una autoridad y dignidad dada directamente por Dios, en las neo sectas de hoy encontramos un fuerte uso de este concepto "utilizando expresiones como "No toques al ungido de Jehová" u "obedezca aunque no entienda", con el fin de validar su inescrutable ejercicio de autoridad, desdibujando la condición que tiene Jesucristo como única cabeza y autoridad de la iglesia. (Colosenses 1:18, Efesios 5:23)

·    EXCLUSIVISMO: Un permanente argumento de dichas agrupaciones es el de poseer una verdad o doctrina exclusiva que no tiene ninguna otra denominación, lo cual los hace especiales (1 Timoteo 4:3-5, 2 Timoteo 4:3-4), quienes deciden apartarse de ellas son acusados de perder dicha visión y dignos de conmiseración, estas nuevas revelaciones son fundamentas en interpretaciones caprichosas y descontextualizadas de la Biblia o al margen de la misma. Otra evidencia de este exclusivismo es el desarrollo y manejo de literatura propia de dicha confesión como medio propagandístico y de difusión de sus enseñanzas.

·  CONTROL FINANCIERO: Este es a fin de cuentas el verdadero objetivo de las sectas seudo cristianas, su injerencia en el uso de los recursos personales de sus feligreses es evidente, la cual se acentúa por medio seminarios y cursos de prosperidad en los que se promete libertad de toda opresión económica como resultado de obedecer a formas no bíblicas para darle a Dios las cuales son bautizadas con nombres novedosos como pactos, siembras, semillas de fe, etc, sin tener en cuenta lo que el señor enseña acerca del dar. (1 Corintios 16:1-2; 2 Corintios 1:1-12)

Aun está fresco en nuestras mentes los hechos vergonzosos en los que se vio envuelto un pastor de una no pequeña confesión religiosa del sur de Colombia, y aunque esto parezca increíble esta situación es el pan de cada día en muchas llamadas iglesias cristianas de hoy, cuyo factor predominante es la incapacidad de su feligresía para discernir aquello que es conforme al deseo de Dios y aquello que obedece a las intenciones personalistas de unos pocos, llevando a un pueblo al despeñadero y por ende a la ceguera espiritual. “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.” (Ose 4:6 RV1960), querido hermano en Cristo, es tiempo de un despertar del apetito por la palabra de Dios, de mostrar un vivo celo por la verdad bíblica al punto de desarrollar la actitud de los creyentes de Berea quienes evaluaban las enseñanzas recibidas a través de la palabra de Dios.

El que tiene oídos para oír, oiga.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

APOSTASIA HOY


Considero que no hay palabra más contundente y clara en las escrituras que el término “APOSTASIA”, y a pesar de que hace parte de unas de las advertencias del espíritu Santo para estos tiempos, (1 Tim. 4:1) esta misma cada vez se escucha menos en los sermones y enseñanzas de las iglesias, al punto que la gran mayoría de los profesantes de hoy no podrían definirla con claridad y ni mucho menos entender sus efectos en la fe contemporánea. El significado literal de la palabra apostasía implica abandonar, desertar, dejar atrás algo en lo que se creía, en su significado etimológico hace referencia a la deserción de la verdad con rebelión e instigación a la revuelta, por otro lado en el contexto del cristianismo se refiere a la negación de la fe salvadora en Cristo que conlleva además a romper con la relación vital con Él y su palabra, entre tanto que se desvirtúan y pervierten las verdades doctrinales fundamentales cambiándolas por conceptos de origen extra Bíblico.

Contrario a lo que se cree y afirma en el evangelicalismo actual, la condición de la iglesia es preocupante, pues a pesar que se cuentan por millones las personas que han sido alcanzadas por las organizaciones misioneras en todo el mundo y que los templos parecen estar más abarrotados que en cualquier época de la historia, el mensaje del evangelio cada vez se parece menos al predicado por Cristo, los apóstoles y los creyentes del primer siglo; difiere no solo en la forma de presentarlo sino primordialmente en su contenido y esto obedece en principio al deseo de las denominaciones de hacer amistad con el mundo, con el fin de hacerse atractivas para el mundo, pero al tratar de hacer esto, estas inevitablemente han tenido que renunciar a la mayoría de las posiciones doctrinales que un día abrazaron, puesto que su posición obedece al axioma de que si se elimina el anuncio agresivo del evangelio y consiguen que el mundo les ame, amaran también al salvador, sin embargo a la luz de las escrituras es claro que la iglesia que al mundo le gusta es aquella que Dios aborrece.

La apostasía estuvo presente en la iglesia primitiva, existe en la actualidad y también existirá en el futuro, en el cual será un elemento inevitable dentro de un periodo de tiempo que conducirá al reinado religioso del hombre de pecado (el anticristo) durante el tiempo de la Tribulación (2 Tesalonicenses 2:3) por lo cual podemos esperar que la apostasía sea más evidente en la medida que nos acerquemos a estos días.

Una de las características doctrinales de la apostasía es el sincretismo que tiene varios niveles de compromiso, uno a nivel local o denominacional, cuya finalidad es presentar una propuesta religiosa para todos los gustos, y es por esta razón que es fácil encontrar pastores, lideres e iglesias cuyas enseñanzas poseen elementos traídos del catolicismo, hinduismo, la metafísica, ocultismo, la nueva era, la programación neurolingüística, la sicología y todo viento de doctrina novedosa que ha dado como resultado movimientos como el de la confesión positiva, el movimiento apostólico y profético, movimiento de la palabra de fe, sanidad interior, entre otras corrientes. Por otro lado el sincretismo se mueve a nivel global a través de ecumenismo religioso, hoy se cuenta por miles el numero de líderes e iglesias cristianas que pertenecen a organizaciones internacionales como el consejo mundial de iglesias (CMI que buscan la unidad entre los cristianos, esto en principio pudiera decirse que es algo bueno, si no se tuviera que renunciar y negociar la mayor parte de las doctrinas fundamentales, como la salvación, la mediación entre Dios y los hombres, la adoración de imágenes, verdades innegociables para el verdadero creyente. El objetivo real del ecumenismo es el sentar las bases de una súper iglesia mundial (llamada en el Apocalipsis como la gran ramera) en abierta rebelión contra Dios y sometida a la autoridad del anticristo. 

La pérdida de identidad doctrinal es otra evidencias del periodo de apostasía, por tanto cada día va en aumento el numero de rótulos en los templos con nombres como “Centro cristiano” Comunidad Cristiana” negándose así a identificarse con el término “iglesia” ocultando su herencia evangélica y protestante, dejando como consecuencia muchos cristianos evangélicos que no saben quiénes son, ni en que creen y que desconocen por completo la historia de la iglesia cristiana, la reforma protestante, etc.

Hoy se abre paso el interés personal sobre los valores bíblicos, los cuales cada día son más escasos, los valores de referencia son el éxito, la eficacia y los logros que justifican los medios, se dice de manera implícita “Si algo funciona bien y resulta hazlo”. El pragmatismo es elevado como un verdad superior, colocándolo por encima de la verdad absoluta de Dios, a tal punto que las iglesias y denominaciones han aflojado los principios morales y espirituales, dando paso a la inmoralidad y conductas vergonzosas, de tal manera que parece estar de moda la proliferación de pastores con más de un matrimonio y la ordenación de ministros homosexuales, afrentando no solo el nombre del señor sino yendo en contravía de su voluntad.

La idolatría es inherente a la apostasía, ya que desviar la adoración de Dios hacia cualquier otro objeto o elemento es precisamente el objetivo principal de estos tiempos, en donde hay un fuerte instauración del culto al hombre, a tal punto que muchos líderes “cristianos” de renombre se sienten y se proclaman dioses, afirman ser la última instancia en cuanto a doctrina se refiere, desconociendo la autoridad de la Biblia, moldeando a su antojo los pensamientos y convicciones de sus seguidores con un evidente interés mercantilista. En ese mismo nivel están los músicos que con su música corrupta a la que llaman cristiana, seducen y manipulan las emociones de las gentes con ritmos sensuales y letras que van en contravía de la sana doctrina, desdibujando el carácter de Dios y su voluntad.

Para culminar podemos concluir que la apostasía es una realidad hoy y por ende estamos en los últimos tiempos, por lo cual debemos estar alertas para no ser devorados por sus feroces fauces, para eso debemos tener en cuenta algunas de sus características, mencionadas por el apóstol Pablo en 2 Timoteo 3:1–5, estas son: egoísmo, amor al dinero, un espíritu orgulloso, blasfemia, desobediencia a los padres, ingratitud, falta de santidad, falta de afecto natural, enemistad incesante de modo que los hombres no puedan ser persuadidos a ponerse de acuerdo el uno con el otro, calumnia, falta de dominio propio, salvajismo, oposición a lo bueno, conducta traidora, impetuosidad (temeridad e imprudencia), altivez, amor al placer, una forma de adoración sin santidad de vida. Le pregunto ¿estas son algunas de las cosas que está viendo últimamente en su iglesia?.

El que tiene oídos para oír, oiga.











domingo, 14 de septiembre de 2014

¿PUEDE UNA ORACIÓN LLEVARNOS AL CIELO?


Hace algún tiempo mientras hablaba con un amigo creyente le pregunté por qué sus padres nunca se congregaban con él en la iglesia a donde asistía, a lo cual de forma displicente me respondió: “Nunca los invito, ellos son católicos y no le gusta estas cosas”, volví a preguntar con tono  severo, “¿No te preocupa el destino eterno de tus padres?” él me respondió “No, ellos son salvos, ya hicieron la oración de fe”, esta respuesta es ni más ni menos un reflejo de la forma como se presenta en el día de hoy el evangelio de Jesucristo, pero la pregunta es ¿Este método se ajusta a la forma correcta de hacerlo? La única manera de saberlo es conociendo que dice la Biblia al respecto.

Lo primero que hay que decir es que no hay ningún texto bíblico que enseñe que la salvación sea el resultado de repetir una oración, por el contrario en los evangelios, el libro de los hechos y en casi todas las epístolas se hace referencia a la necesidad del arrepentimiento de pecados y de creer en el evangelio como la respuesta a la gracia salvadora de Dios para el hombre, hay quienes niegan esto, pero la verdad se ve claramente en la Palabra de Dios.

La salvación que plantea el evangelio eterno del señor Jesucristo siempre ha sido “por gracia por medio de la fe”, en hechos 16 a la pregunta del carcelero ¿Qué debo hacer para ser salvo? Pablo y Silas responden “…Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.” Pero hay que decir que la fe siempre irá acompañada de arrepentimiento como evidencia de la verdadera fe, de la fe que salva, es por eso que el evangelio de marcos nos muestra como las primeras palabras que dijo el señor Jesús al inicio de su ministerio público fue precisamente “…Arrepentíos y creed en el evangelio” Marcos 1:15, por que juntos (arrepentimiento y fe) se dan simultáneamente en la vida del individuo en donde Dios actúa para SALVACIÓN.

El libro de Hechos relata que el apóstol Pablo llegando a Mileto mandó a llamar a los ancianos de Éfeso y les dijo: “cómo no rehuí declarar a vosotros nada que fuera útil, y de enseñaros públicamente y de casa en casa, testificando solemnemente, tanto a judíos como a griegos, del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.” Hechos 20:20-21, Pablo utiliza los sustantivos “arrepentimiento y fe” para describir una vez más la única respuesta salvadora del Evangelio, “arrepentirse y creer.”

Ahora el arrepentimiento no es meramente un sentimiento de dolor y vergüenza mental frente a unos hechos que Dios reprueba, significa volverse “de” y volverse “a”, implica un cambio de mentalidad, es por eso que Pablo afirma delante de Agripa que su anuncio a los que estaban en Damasco, Jerusalén y toda Judea, fue para “...que se arrepintiesen y convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.”Hechos 20:26, lo cual significa que cuando Dios concede arrepentimiento hay evidencia de un cambio en el estilo de vida.

Quienes aseguran que solo se necesita una oración aceptando a Jesucristo como señor y salvador para recibir salvación eterna, toman el pasaje de Romanos 10:9 “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.”, pero para afirmar esta enseñanza hay que torcer las escrituras y negar que ellas enseñan que la salvación es solo “por gracia por medio de la fe”, lo que dice el pasaje en mención es que como resultado de tener la fe que salva, voy a confesar a Jesús como señor y salvador, tal como lo confirma el versículo 10 “Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” El confesar con la boca es el resultado de haber creído y puesto mi confianza no en una oración sino en la obra salvadora de Cristo Jesús.

Pero sí la práctica de la oración de fe no tiene fundamento bíblico valdría la pena preguntarnos ¿Cuál es el origen del la misma? En la primera mitad del siglo XIX en el estado de nueva York, el predicador Charles Finney popularizó esta práctica, que ya había sido utilizada de manera incipiente por algunos evangelistas metodistas; Finney hacía llamados al altar a “los nuevos conversos” para que oraran como una manifestación de su deseo de seguir a Cristo, luego de alargar sus reuniones hasta por cuatro horas con el objetivo de agotar a sus oyentes y llevarlos así  a una aparente conversión. Como resultado de este novedoso sistema de evangelismo, hoy tenemos una forma fácil de conversión, se habla de la salvación producto de una oración sin darle importancia a la posterior forma de vida como evidencia de una verdadera conversión, se habla de la puerta estrecha pero no del camino angosto,  poco se predica del nuevo nacimiento, del arrepentimiento y  de la fe puesta en Jesús.

En tal sentido solo podemos decir que si sembramos un evangelio diluido que no necesita que el hombre se arrepienta y haga frente a su pecado y su rebelión contra Dios, ni vea la necesidad de morir al yo y vivir para Cristo; si enseñamos que el hombre no necesita ser convencido de pecado antes de que pueda convertirse del pecado y que solo basta hacer una oración aceptando a Jesucristo como señor y salvador, entonces vamos a obtener un una cosecha de amantes del mundo, de falsos conversos. (2 Pedro 2:1)

El que tiene oídos para oír, oiga.