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lunes, 3 de noviembre de 2014

LA NECESIDAD DE LA ORACIÓN



Tenemos un Dios tan grande que pudiéramos pasar toda una vida, estudiando acerca de sus caminos y de su persona, sin avanzar si quiera un pequeño trecho en ese propósito, tenemos muchas preguntas que estoy seguro el señor las quiere responder, el significado de la oración es una de ellas, nos preguntamos ¿Por qué es tan importante orar? ¿Si Dios conoce mis necesidades, por qué debemos orar? ¿Contesta Dios todas las oraciones?

Lo primero que debemos saber acerca de este tema es que el orar no es una opción, ni una práctica eventual, Jesús mismo en la parábola de la viuda y el juez injusto (Lucas 18) declara que es una necesidad, en el versículo 1 (uno) podemos ver dos aspectos de la oración, su frecuencia: “SIEMPRE” y de qué manera: “SIN DESMAYAR”

En esta parábola el señor Jesucristo enseña a través del contraste entre Dios (bueno y justo) y un juez injusto, cuan importante es para los hijos de Dios orar permanentemente y sin desmayar. Jesús además habla de dos características del juez, un hombre que NO TEMIA A DIOS, es decir no tomaba en cuenta el consejo del altísimo en la ejecución de sus funciones, NI RESPETABA A HOMBRE, dicho de otra forma sin consideración de nadie, por lo cual sus decisiones eran arbitrarias, tomadas a su propio parecer y conveniencia. Por otro lado una viuda, ubicada en la parte inferior de la escala social de la comunidad judía, desprovista de esposo, muy seguramente con una gran necesidad material, es decir estamos hablando de una persona desvalida y sin ninguna posibilidad de defensa. Encontramos pues los dos extremos en la condición de poder, un juez confiado de sus influencias, soberbio e inmoral y al otro lado una viuda sin esperanza de recibir justicia, sin embargo como resultado de su persistencia, esta última recibe aquello que demanda.

Regularmente se exalta la perseverancia de esta mujer, pero vale la pena preguntarnos qué era lo que le obligaba a ir cada día a tocar la puerta de aquél juez, ella tenía una gran necesidad (recibir justicia); Experimentar y reconocer que tenemos una necesidad que va mas allá de nuestras fuerzas, nos lleva a buscar insistentemente una solución, una salida, una respuesta, recordemos a los cuatro hombres bajando al paralitico por el techo para que Jesús le sanará.

Pero ¿Por qué la oración es una necesidad? Primero porque es justo delante de Dios, es decir es prioritario, nuestro deber principal es el de persistir en la oración y en la enseñanza de la palabra. En Hechos 6:1-4 refiere una de las primeras dificultades de la iglesia del primer siglo, en razón a las murmuraciones de los griegos quienes consideraban que sus viudas no eran atendidas, esta situación provoca que los apóstoles luego de deliberar acerca de este asunto dijeran a la multitud lo siguiente: “NO ES JUSTO que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la ORACIÓN y en el ministerio de la palabra.” Hay muchas cosas buenas que podemos hacer pero ninguna puede reemplazar nuestra vida de oración.

Necesitamos orar porque Dios es espíritu y solo en oración podemos presentar sacrificio de adoración en espíritu y verdad. “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Juan 4:23-24”.

Necesitamos orar porque requerimos sabiduría y revelación en el conocimiento de Dios, Pablo manifiesta el motivo de sus oraciones a favor de la iglesia en Éfeso “no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,” Efesios 1:16-17

Requerimos de la oración para experimentar la paz de Dios, pues la oración es la manera Bíblica como deben ser presentadas nuestras peticiones delante de Él, lo que significa que aun cuando no todas las oraciones que le hagamos serán respondidas conforme a nuestro deseo, si es la garantía de experimentar la paz de Dios pues Él guarda (cambia) nuestro corazón y nuestros pensamientos.  Filipense 4:6-7

La oración ha sido un herramienta poderosa a favor de los hijos de Dios, pues por medio de ella, se abrieron cárceles (Pedro), hombres sin Cristo fueron salvados (Cornelio), hombres de Dios fueron apartados para el ministerio (Bernabé y Saulo), y hoy podemos ensanchar su reino pidiendo en oración por aquellos que no han alcanzado la salvación del señor. “Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación. Hebreos 10:1”  

Pero por sobre todo la oración es un sello irrefutable de un hijo de Dios, aquellos que quieren servirle, aquellos que aman su nombre, son estos los que quieren experimentar una vida de oración. “yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.” Isaías 56:7


El que tiene oídos para oír, oiga.