Tenemos un Dios tan grande que
pudiéramos pasar toda una vida, estudiando acerca de sus caminos y de su
persona, sin avanzar si quiera un pequeño trecho en ese propósito, tenemos
muchas preguntas que estoy seguro el señor las quiere responder, el significado
de la oración es una de ellas, nos preguntamos ¿Por qué es tan importante orar?
¿Si Dios conoce mis necesidades, por qué debemos orar? ¿Contesta Dios todas las
oraciones?
Lo primero que debemos saber acerca de
este tema es que el orar no es una opción, ni una práctica eventual, Jesús
mismo en la parábola de la viuda y el juez injusto (Lucas 18) declara que es
una necesidad, en el versículo 1 (uno) podemos ver dos aspectos de la oración,
su frecuencia: “SIEMPRE” y de qué manera: “SIN DESMAYAR”
En esta parábola el señor Jesucristo enseña
a través del contraste entre Dios (bueno y justo) y un juez injusto, cuan
importante es para los hijos de Dios orar permanentemente y sin desmayar. Jesús
además habla de dos características del juez, un hombre que NO TEMIA A DIOS, es
decir no tomaba en cuenta el consejo del altísimo en la ejecución de sus
funciones, NI RESPETABA A HOMBRE, dicho de otra forma sin consideración de
nadie, por lo cual sus decisiones eran arbitrarias, tomadas a su propio parecer
y conveniencia. Por otro lado una viuda, ubicada en la parte inferior de la
escala social de la comunidad judía, desprovista de esposo, muy seguramente con
una gran necesidad material, es decir estamos hablando de una persona desvalida
y sin ninguna posibilidad de defensa. Encontramos pues los dos extremos en la
condición de poder, un juez confiado de sus influencias, soberbio e inmoral y
al otro lado una viuda sin esperanza de recibir justicia, sin embargo como
resultado de su persistencia, esta última recibe aquello que demanda.
Regularmente se exalta la
perseverancia de esta mujer, pero vale la pena preguntarnos qué era lo que le
obligaba a ir cada día a tocar la puerta de aquél juez, ella tenía una gran
necesidad (recibir justicia); Experimentar y reconocer que tenemos una
necesidad que va mas allá de nuestras fuerzas, nos lleva a buscar
insistentemente una solución, una salida, una respuesta, recordemos a los
cuatro hombres bajando al paralitico por el techo para que Jesús le sanará.
Pero ¿Por qué la oración es una
necesidad? Primero porque es justo delante de Dios, es decir es prioritario,
nuestro deber principal es el de persistir en la oración y en la enseñanza de
la palabra. En Hechos 6:1-4 refiere una de las primeras dificultades de la
iglesia del primer siglo, en razón a las murmuraciones de los griegos quienes
consideraban que sus viudas no eran atendidas, esta situación provoca que los
apóstoles luego de deliberar acerca de este asunto dijeran a la multitud lo
siguiente: “NO ES JUSTO que nosotros
dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de
entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y
de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la ORACIÓN y en el ministerio de
la palabra.” Hay muchas cosas buenas que podemos hacer pero
ninguna puede reemplazar nuestra vida de oración.
Necesitamos
orar porque Dios es espíritu y solo en oración podemos presentar sacrificio de
adoración en espíritu y verdad. “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los
verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también
el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le
adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Juan 4:23-24”.
Necesitamos orar porque requerimos
sabiduría y revelación en el conocimiento de Dios, Pablo manifiesta el motivo
de sus oraciones a favor de la iglesia en Éfeso “no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria
de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el
Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento
de él,” Efesios 1:16-17
Requerimos de la oración para experimentar la paz de Dios, pues la
oración es la manera Bíblica como deben ser presentadas nuestras peticiones
delante de Él, lo que significa que aun cuando no todas las oraciones que le
hagamos serán respondidas conforme a nuestro deseo, si es la garantía de
experimentar la paz de Dios pues Él guarda (cambia) nuestro corazón y nuestros
pensamientos. Filipense 4:6-7
La oración ha sido un herramienta
poderosa a favor de los hijos de Dios, pues por medio de ella, se abrieron
cárceles (Pedro), hombres sin Cristo fueron salvados (Cornelio), hombres de
Dios fueron apartados para el ministerio (Bernabé y Saulo), y hoy podemos
ensanchar su reino pidiendo en oración por aquellos que no han alcanzado la
salvación del señor. “Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi
oración a Dios por Israel, es para salvación. Hebreos 10:1”
Pero por sobre todo la oración es un
sello irrefutable de un hijo de Dios, aquellos que quieren servirle, aquellos
que aman su nombre, son estos los que quieren experimentar una vida de oración.
“yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus
holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será
llamada casa de oración para todos los pueblos.” Isaías 56:7
El que tiene oídos para oír,
oiga.