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domingo, 24 de agosto de 2014

¿GANANDO O GANADOS POR EL MUNDO?


Un concierto de Rock enmarcado en un imponente espectáculo de sonido y luces digitalizadas, cuyo acto central es un famoso cantante recién convertido al evangelio, que entremezcla canciones de su exitoso pasado musical con nuevas composiciones espirituales; una conferencia para empresarios cuyo expositor toma los postulados de moda en el mundo gerencial para  convencer a sus conferenciantes que son campeones y que pueden disfrutar “su mejor vida ahora”; un desfile de modas en el mejor hotel de la ciudad en el que su Psicólogo-orador tiene claras instrucciones de incitar el amor propio de mujeres que en su mayoría necesitan sentirse amadas y valoradas; Estas son algunas de las más frecuentes formas de atraer a hombres y mujeres a un evangelio por encargo.

Con estas nuevas estrategias de mercadeo de la fe no se buscan verdaderos conversos, el fin principal es ganar el mayor volumen de profesantes, por esta razón muchas iglesias presentan el evangelio como un producto en oferta, adoptando la manera de ser del mundo para que la gente llegue a sus reuniones, sacrificando la fidelidad a la Palabra de Dios, permitiendo de esta manera que el mundo rompa las barreras de santidad, pureza y fidelidad a Dios, aplicando una premisa implícita que dice que “Para atraer a la gente del mundo a la iglesia se necesita que la iglesia se parezca lo más posible al mundo”, pensamiento que está en total oposición a la voluntad del señor. "¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios." Santiago 4:4


Es probable que esta sea la razón por la que a pesar que el 70% de los norteamericanos declaran pertenecer a alguna denominación Cristiana, esa misma sociedad muestra con sus hechos una tremenda contradicción a su profesión de fe, el concepto de familia se degrada cada día, el número de divorcios a alcanzado índices insospechados y el deterioro de los valores morales es tan evidente que es casi imposible hacer diferencia entre un no creyente y alguien que afirma haber colocado su confianza en Jesús.

Vivimos momentos difíciles, es evidente que el mundo entró a la iglesia y al parecer nadie se da por enterado de este funesto huésped, generando así una religión cosmética, fría, sin frutos, sin una experiencia de fe, sin vida piadosa, ni de rendición y dependencia diaria a Dios; Cuando decimos “mundo” nos referimos al sistema terrenal bajo el cual Satanás ha organizado a la humanidad caída sobre principios opuestos a Dios, donde predominan el orgullo, el egoísmo, los placeres, la soberbia y la ambición: Mateo 4:8-9; Efesios 2:2, Nada tiene que ver el mundo con Cristo por el contrario, el amor al mundo excluye al amor a Dios, “…Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo." 1 Juan 2:15-16.

Cuando la Biblia habla de los deseos de la carne hace referencia al ardiente interés del hombre no regenerado en centrar su vida en sí mismo y en lo opuesto a Dios, Rom. 8:7-8, por otra parte los deseos de los ojos alude al imperioso apetito que domina nuestro cuerpo, alma y espíritu, a través del sentido de la vista, Gen. 3:6; 2º Samuel 11:2; Josué 7:21; Salmos 119:37; la vanagloria de la vida es el ostentoso despliegue de impiedad, vanidad y arrogancia; No olvidemos la advertencia del Señor a la iglesia de Laodicea en Apocalipsis 3:17-18.  

Por otro lado la música contemporánea camuflada con letras cristianas, con el conocido pretexto “para ganar almas”, ha llegado a someter con sus ritmos y melodías las emociones de los oyentes, distorsionando con el contenido de sus composiciones verdades doctrinales, ya que la música no es neutral por tanto no es difícil concluir que al no colocarse un riguroso filtro a lo que se está cantando y tocando hoy en muchas reuniones de adoración y alabanza por el contrario de glorificar el nombre de nuestro Dios le este deshonrando.

Si el mundo está dominado por la vanidad, la codicia y la frivolidad, elementos en total contraposición con el infinitamente santo Dios, la verdadera iglesia conformada por cada autentico cristiano nunca andará tras esa corriente, caminará en pos del Señor, llena del Espíritu Santo, en humildad, bondad, mansedumbre, amor, pureza, obediencia, rechazando el pecado, buscando en todo la gloria de su salvador, esforzándose en ser santos en toda su manera de vivir. 1ª Pedro 1:14–16.

Aunque para muchos el futuro de la iglesia sea incierto el señor Jesucristo prometió edificarla, garantizó que las puertas del Hades no prevalecerían contra ella Mateo 16:18 a su vez la palabra del señor nos enseña que “…el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre," 1 Juan 2:17 lo cual nos lleva a concluir que afirmarnos sobre una fe bíblica no permitirá que el mundo nos arrastre y devore con su feroces fauces, entendiendo que somos la luz del mundo y no lo contrario, que somos guardados por aquel que declaró “…yo he vencido al mundo” Juan 16:33, y que su palabra afirma “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.” 1 Juan 5:4

El que tiene oídos para oír, oiga.



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